Realismo mágico (versión estadounidense)

En estos momentos vivo en el Rust Belt. En Indiana, cerca de Prophetstown, la capital histórica de la federación de pueblos indígenas que se conoce como «La federación de Tecumseh». Esta federación fue formada principalmente por tribus Miami que habitaban el actual estado de Indiana, por grupos algonquinos del norte, como los Potawatomi, y por los algonquinos desplazados desde el este, como los Shawnee y los Lenape. Hacia 1812, cuando esta confederación se enfrentó a los jóvenes Estados Unidos, sus principales líderes eran Tecumseh y su hermano Tenskwatawa, conocido como «El profeta». La Confederación de indígenas norteamericanos fue el primer intento de reorganizar políticamente a las tribus desplazadas desde el este, y planteó algunas novedades desde el punto de vista de su concepción económica y política. Tenskwatawa promovió que las tribus desplazadas desde la costa atlántica y las que tradicionalmente vivían en el Medio Oeste se unieran acogiéndose a un régimen colectivo de posesión de la tierra, que implicaba que todas las tribus hicieran un uso común de los territorios habitados. Esto iba en contra de la relación tradicional que los pueblos originarios de Norteamérica tenían con sus territorios, que solían ser objeto de disputa entre los grupos tribales.

La derrota de la federación de Tecumseh tuvo lugar en noviembre de 1811, cuando éste viajaba hacia el sudoeste tratando de incorporar otras tribus a la federación. En ese momento, Tenskwatawa, el profeta, estaba a cargo de la capital provisoria, en las afueras de la actual ciudad de Lafayette. El encargado militar del Territorio de Indiana, William Henry Harrison, decide marchar sobre Prophetstown con el fin de frustrar la naciente confederación y evitar así un potencial enfrentamiento con los Estados Unidos. Sitiado, Tenskwatawa decidió atacar primero en la madrugada del 6 de noviembre, en un enfrentamiento que pasó a la historia como la «Batalla de Tippecanoe». La derrota de la confederación indígena significó un nuevo desplazamiento hacia el oeste.

Lo siguiente lo recojo de uno de mis estudiantes en Purdue. Según la leyenda local, el Profeta habría arrojado una maldición sobre los Estados Unidos: si resultara elegido en un año divisible entre veinte, el presidente de este país moriría en ejercicio. La primera víctima de la maldición fue el mismo William Henry Harrison, elegido en 1840. Asumió al año siguiente y murió al poco tiempo por fiebre tifoidea.

La lista sigue más o menos así: Abraham Lincoln, elegido en 1860, sería asesinado en 1865. James Garfield, elegido en 1880, muere también asesinado al año siguiente. 1900 es elegido para un segundo término William McKinley, y muere asesinado. En 1920, Warren Harding es electo y muere tres años después, probablemente debido a un paro cardíaco. 1940 es la tercera reelección de Franklin Delano Roosvelt, y moriría ¡luego de su cuarta reelección! en 1945, por problemas de salud, a poco de terminada la Segunda Guerra Mundial. En 1960 resulta elegido John F. Kennedy, y esa historia sí que es conocida.

La maldición se quiebra a partir de 1980, cuando el presidente electo Ronald Reagan logra sobrevivir el intento de asesinato. Lo mismo ocurre con George W. Bush, elegido en 2000, sobre quien también hubo un intento de asesinato. En fin, parece que la maldición ha perdido fuerza con el paso del tiempo. Si Donald Trump se vuelve a postular en las próximas elecciones (2020) él sería el siguiente en la lista.

Retrato de Tenskwatawa, el Profeta.

Sound Side of the Word II @ KJCC

El próximo jueves estaremos presentando, con Ernesto y Sabrina, la performance “Sound Side of the Word”.  Será en el King Juan Carlos Center de NYU, a las 7 de la tarde.  Como venimos haciendo ya algún tiempo, vamos a presentar una serie de performances multimedia, utilizando las tecnologías que el software libre proporciona.  Esperamos verlos, pueden encontrar toda la información en el programa del KJCC:

http://www.nyu.edu/kjc/newsletter/newsletter_03_28_11.html

 

Sound Side of the Word: performance poética en The Tank

El próximo 15 de diciembre voy a estar con mi compañera Sabrina y con Ernesto Estrella en The Tank, en Nueva York, haciendo la performance “La cachila blindada”, y la performance “Common Medications in Psychiatry”.  En estos trabajos uso programas desarrollados por la comunidad de Linuxaudio, como VocProc, SooperLooper, Jack y Ladish.  En una entrada anterior me referí a la creación de estudios con Ladish, que Sabrina también usó en la performance que hizo en The Issue Project.

“La cachila blindada” fue un poema que escribí en Israel en 2003, y tuve oportunidad de leerlo en Jerusalén, Montevideo y Nueva York.  Apareció publicado en el libro Aterrizaje de primeros semovientes (Montevideo: Artefato, 2007), y en la plaquette que publicó Pen Press en 2010.  Fue traducido al inglés por Micaela Kramer, de NYU, para una lectura en el Bowery Club.

Estos son los datos de la presentación:

Día y hora: 15 de diciembre de 2010, 9:30 p.m

The Tank
354 West 45th Street
New York, NY

$10. Comprar entradas acá -> http://is.gd/hulAv
Sitio web de The Tank: http://www.thetanknyc.org/

Descargar programa: [PDF]

Video:

La ciudad, París y El lugar. Sobre la “trilogía involuntaria” de Mario Levrero

Versión en español del prólogo aparecido en la traducción al hebreo de las novelas La ciudad, París y El lugar de Mario Levrero.  Jerusalén:  Carmel, 2010.  vii-x


Mario Levrero llamó a estos tres libros, La ciudad, París y El lugar, la “trilogía involuntaria”, puesto que eran textos que si bien habían sido concebidos y creados con independencia, su autor (que firmaba con un seudónimo) había descubierto en ellos una unidad temática. Esta es el espacio urbano como escenario del absurdo: el esbozo del espacio urbano en La ciudad, la primera novela de la trilogía involuntaria; el contacto fugaz con los aspectos más violentos y terroríficos de este espacio en El lugar, que es un peregrinaje desorientado hacia la ciudad; y en París la urbe se circunscribe al espacio de un edificio laberíntico. En estos espacios siempre se mueve un protagonista sin nombre, que lleva la trama en base a resolver el sinsentido con más sinsentido. Las tres novelas llevan la ficcionalidad al extremo, ya que el problema de las identidades juega a muchos niveles: el protagonista sin nombre es la creación de un autor que firma con un seudónimo sus obras. Estos juegos de desdoblamiento y pérdida de la identidad remiten a toda una historia de lo fantástico que pasa por Kafka (de los autores más frecuentemente citados en los epígrafes de Levrero), y por autores más cercanos localmente, como Macedonio Fernández, Jorge Luis Borges o Felisberto Hernández.

Mario Levrero aparece en la literatura Uruguaya a fines de los sesenta, al mismo tiempo que lo hacían Cristina Peri Rossi, Eduardo Galeano, Roberto Echavarren, Circe Maia, Washington Benavidez, Hugo Achugar, Marosa di Giorgio. Levrero publicó sus primeros escritos en la revista uruguaya Los huevos del plata, que ostentaba un carácter irreverente respecto a los modelos culturales que prevalecían en el semanario Marcha, que ocupaba un lugar destacado como tribuna intelectual latinoamericana en los sesenta. Los huevos del plata se distanciaba de la línea editorial de aquel medio, utilizando estrategias políticas que pasaban por la adopción del humor y la parodia como mecanismos de resistencia cultural, con una estética muy similar al movimiento brasileño Tropicalia, que ejerció una gran influencia en la cultura uruguaya por esa época. En esta revista, Levrero todavía firmaba sus escritos con el nombre de Jorge Varlotta.

Con el golpe de estado de 1973, y el consiguiente acoso a toda manifestación cultural, Mario Levrero comienza a publicar principalmente en Buenos Aires, donde vivió algunos años. Dos de las novelas de la trilogía involuntaria, El lugar y París, vieron su primera edición en esa ciudad. El lugar fue publicada por primera vez en la revista El péndulo, que se editaba a comienzos de los 80 en Argentina. Esta revista se presentaba como una publicación orientada a la literatura de ciencia ficción y a la historieta. La aparente neutralidad política de este género sirvió como salvaguarda provisoria a muchos escritores que pudieron publicar en medios como éstos (Levrero también solía publicar relatos breves en la llamada Revista de ciencia ficción y fantasía) textos sobre temáticas diversas. De todos modos, la censura cumplía su papel, y la novela El lugar tuvo que salir con las escenas de tortura que aparecían en el original suprimidas.  No fue sino hasta la edición uruguaya de 1991 que la novela salió completa.

El hecho de que Levrero publicara en estos medios llevó a que se lo agrupara dentro de la categoría de los escritores de ciencia ficción, malentendido que lo acompañó durante mucho tiempo. Levrero circuló por un mundo de publicaciones relativamente precarias, lo que hizo difícil su acceso para muchos de sus lectores en aquellos años. La violencia de algunos de sus escritos no estaba alejada del imaginario cyberpunk que exhibían algunas publicaciones, como las ya mencionadas, a las que agregaría la revista Fierro, completamente dedicada a la historieta. El tema de la violencia en estas publicaciones estaba ligado a la fantasía de sociedades totalitarias post-apocalípticas, gobernadas muchas veces por seres monstruosos. Puede decirse que de un modo obvio esta obsesión con la violencia autoritaria tenía que ver con las dictaduras que se vivían en aquella época en el Cono Sur, pero la aparición de esta violencia no se deja entender como un mecanicismo que determine que esas formas de arte hayan sido la necesaria respuesta a la coyuntura política. Levrero siempre lo negó, y si bien reconocía que el autoritarismo afectaba su escritura (en la entrevista que le hizo Sabela de Tezanos para Nuevo texto crítico él reconoció que había tenido miedo de que los militares revisaran sus manuscritos, lo que lo llevó a tomar precauciones) sostuvo que su intención era crear un espacio fractal, y que la vinculación de sus referentes ficticios  con la realidad podía generar la incomprensión de sus obras.  Sobre este punto, el critico Juan Carlos Mondragón afirma que en Levrero la imaginación no actúa como mecanismo de evasión, sino como desafío a los mecanismos de percepción de la realidad. Lo estético era para el novelista uruguayo una forma de percepción más acorde al carácter mutable de lo real.

El espacio urbano de las tres novelas no es unitario: hay una peregrinación que parece unirlas. Es el viaje en tren que cierra La ciudad; un pasaje por una serie de habitaciones que parecen dispuestas como una sucesión de vagones en El lugar, y finalmente, el arribo a la estación que abre París, la última novela de la serie. No hay que presuponer sin embargo una unidad espacial o del protagonista en los tres relatos. Levrero suele colocar falsas pistas, que pueden desorientar al lector más precavido.

Herrera y Reissig, cien años después

Homenaje académico a Julio Herrera y Ressig

Ponente Magistral:

Gwen Kirkpatrick (Georgetown University)

Palabras de apertura:

Oscar Montero (The Graduate Center, CUNY)

Panelistas:

Ernesto Estrella (Yale University)
Carla Giaudrone (Rutgers University, Camden)
Eduardo Espina (Texas A&M University)
Aldo Mazzucchelli (Brown University)
Roger Santiváñez (Bennigton College)
Marcos Wasem (The Graduate Center, CUNY)

Este año 2010 se cumplen cien años de la muerte de Herrera y Reissig, escritor modernista uruguayo que luego de su muerte rebasó los límites de la literatura de su país para inspirar a varias generaciones de poetas de habla española. Su obra poética fue admirada por escritores como Pablo Neruda, César Vallejo, o Vicente Huidobro en Latinoamérica, y por Miguel Hernández, Villaespesa y Cansinos-Assens en España, entre otros.  Con la edición francesa de la editorial Garnier, de 1914, su poesía circuló ampliamente tanto en España como en América.  El libro se transformó en un referente de estilo decadentista, imagen estimulada por los críticos tempranos de su poesía (en particular por el venezolano Rufino Blanco Fombona, que prologó la edición) que enfatizaron el costado maldito del autor.  Herrera y Reissig fue un temprano explorador del uso de las drogas como estímulo para la creación literaria, y elaboró un lenguaje que ejerció una gran influencia a lo largo del siglo veinte.

A partir de la crítica de Guillermo de Torre, Julio Herrera y Reissig pasó a ser considerado como uno de los innovadores de la poesía latinoamericana, un escritor cuyo trabajo sobre el lenguaje del Modernismo llevó a un tratamiento de la imagen que contribuyó al surgimiento de la vanguardia latinoamericana. En The Dissonant Legacy of Modernismo Gwen Kirkpatrick sitúa a Herrera y Reissig como uno de los introductores de la práctica poética de la disonancia en español, dejando un legado que transformó radicalmente los modos de poetizar en esa lengua.

Además de esta valoración de su poesía, cabe destacar el reciente rescate de su prosa, llevado adelante por estudiosos como Carla Giaudrone, Nilo Berriel y Aldo Mazzucchelli, cuyos trabajos revelan a un escritor trasgresor, que dejó una aguda sátira de su sociedad y de su tiempo, en particular de las actitudes hacia la sexualidad de sus contemporáneos.

El centenario de la muerte de Julio Herrera y Reissig nos encuentra con la casi totalidad de su obra disponible para el examen crítico, con la edición reciente del Tratado de la imbecilidad del país. . . y con las ediciones de su poesía y de parte de su prosa que encararon tanto la editorial Ayacucho, en la edición preparada por Idea Vilariño, como la de Ángeles Estévez para la Colección Archivos.

Por todo ello consideramos que la realización de un homenaje en el centenario de su muerte es una oportunidad para revalorizar su obra, a la luz de las más recientes investigaciones. Nos da la ocasión de volver a evaluar su lugar en el canon, así como comprender su aporte a la poesía hispánica. Para esta ocasión, se reúne un buen grupo de investigadores que han dedicado recientemente su atención al poeta uruguayo, apasionados por su poesía.  El homenaje se realizará el día 15 de octubre, de 2:00 de la tarde a 9:00 de la noche, en la sala 5414 del Graduate Center de la City University de Nueva York.

Descargar el programa

Esta actividad es posible gracias al apoyo de:

The Graduate School and University Center, CUNY
The Ph.D. Program in Hispanic and Luso-Brazilian Literatures and Languages
Doctoral Students Council
Asociación de Estudiantes Latinos y Latinoamericanos (AELLA)
The Poetics Group
Grupo de Estudios Colombianos
Consulado General del Uruguay en Nueva York

Broadcast:

http://www.ustream.tv/channel/herrera-y-reissig

Fotos del evento:

The Digital University. Power Relations, Publishing, Authority and Community in the 21st Century Academy

The Digital Unversity

El próximo miércoles 21 de abril, se va a realizar en el Graduate Center la conferencia “The Digital University. Power Relations, Publishing, Authority and Community in the 21st Century Academy”.  Esta es la página de registro:

http://is.gd/bx3RB

Yo voy a estar coordinando a las 10 de la mañana el taller sobre publicación académica, en el que participarán como “provocateurs” John Willinsky (el creador de Open Journal Systems), Nick Carbone (Bedford/St. Martin’s), Ron Musto y Eileen Gardiner (ambos de ACLS Humanities E-Book).

La lista completa de ponentes la pueden ver aquí:

http://is.gd/bx97V

Los espero en la conferencia a los que puedan venir por Nueva York, los que no puedan hacerlo pueden aportar desde los foros del sitio web.

Homenaje a Alberto Nin Frías: 6 de abril de 2010, 18:00 hs.

Alberto Nin Frías

El próximo martes 6 de abril a las 6 de la tarde, estaré participando en el Homenaje a Alberto Nin Frías, junto a Carla Giaudrone (Rutgers University, Camden), Hugh Hagius (Fairleigh Dickinson University), Virginia Lucas (Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay) y Andrés Fagúndez (Departamento 20, Uruguay, sección NY-NJ).  El homenaje se va a realizar en el Espacio cultural del Consulado uruguayo en Nueva York, situado en el 6° piso de 420 Madison Ave. (ver mapa).

Acerca de Alberto Nin Frías

ALBERTO NIN FRÍAS (Montevideo, 1879- Suardi, Argentina, 1937) se inició como uno de los autores del 900 uruguayo. Participó de las tertulias organizadas en la Torre de los Panoramas, cuyo anfitrión era Julio Herrera y Reissig, y sostuvo algunas polémicas con sus contemporáneos, entre ellos José Enrique Rodó, con quien discrepaba en su visión de los Estados Unidos. Su labor diplomática lo llevó luego a viajar por varios países, por lo que la mayoría de sus obras se publica fuera de Uruguay, principalmente en España, Argentina y los Estados Unidos, donde también cursó estudios universitarios. De los escritores del 900, fue quien probablemente tuvo mejor conocimiento de la lengua inglesa y su literatura.

El espiritualismo que profesaba Alberto Nin Frías lo llevó a dedicar varios ensayos al tema de la naturaleza, donde expresó una visión panteísta de la relación del hombre con ésta que puede ser considerada como un antecedente histórico del ecologismo. Desde su temprana obra El árbol (1908), hasta uno de sus libros últimos, El culto al árbol (1933), la temática del conocimiento de la naturaleza y la necesidad de retornar a ella está presente en sus escritos.

Las novelas que Nin Frías publicara aproximadamente entre 1908 y 1914 tienen el raro privilegio de ser las primeras ficciones explícitamente homoeróticas publicadas en Uruguay y, muy probablemente, en Hispanoamérica. Entre sus obras posteriores se destaca el tratado apologético El homosexualismo creador (1932), donde el autor se propone validar un discurso estético-sexual centralizado en el deseo homoerótico. En dicho discurso, la marca de diferencia no se revela como perversión, sino como elemento detonador de creatividad y, a un nivel más general, como propulsor de los grandes logros humanos. Con el objetivo de reivindicar la importancia de la obra y potenciar la figura intelectual de Alberto Nin Frías, este evento inicia una ambiciosa campaña de acciones a fin de rescatar un legado que incluye publicaciones pioneras sobre ecología, crítica cultural y derechos humanos, especialmente sobre tolerancia religiosa y diversidad sexual.